lunes, julio 25, 2005

Discursos, mentiras y omisiones

"Miente, miente, que algo quedará" fue la frase que inmortalizo a Joseph Goebbels, ministro de Propaganda del régimen nazi. Más de medio siglo después, esta frase parece haberse convertido en el lema de los aliados en la invasión a Irak. La serie de mentiras empezó hace ya mas de dos años, cuando Bush y sus aliados, iniciaron la campaña de desprestigio contra Saddam Hussein; base sobre la que fundamentaron su guerra "preventiva" contra Irak.

Mentira, no había un programa de desarrollo de armamento nuclear en Irak. Mentira, las acusaciones acerca de los vínculos entre Irak y los atentados del 11 de septiembre carecen de fundamento. Mentira, las armas de destrucción masiva que Irak finalmente no tenía, no representaban una amenaza para la seguridad de los estados unidos. Sin embargo, algo ha quedado, y con ello se sostienen, aun, las fuerzas invasoras, que al día de hoy ya han dejado más de 25 mil civiles muertos como consecuencia de los enfrentamientos.

Pero las mentiras no terminan ahí. Tras los recientes atentados en Londres las autoridades británicas parecen empecinadas por desarticular cualquier tipo de conexión entre estos y su intervención en Irak. A pesar de que se niegue desde un lado, el mensaje difundido por al-Qaeda, en el que se responsabiliza por los atentados, dice claramente: Inglaterra había sido advertido junto con el resto de los aliados que sería blanco de ataques terroristas sino retiraba sus tropas de Irak. Esto era ya una certeza tras los atentados en Madrid que concluyeron con el retiro de tropas por parte de España.

Es claro que se sentían advertidos, mas aun cuando el alcalde de Londres, en ese sentido, dijo: "Todo lo que planeamos para este día, que sabíamos que vendría, funcionó como la maquinaria de un reloj." Pero, a pesar de admitir que sabían que este día llegaría, tanto él como Tony Blair, se esfuerzan por apuntar las causas de estos atentados hacia cualquier lado; excepto hacia la verdad.

En sus propias palabras el primer ministro trato de explicar las causas de los atentados diciendo: "Creo que todos sabemos lo que ellos quieren hacer, están tratando de utilizar la matanza de gente inocente para amedrentarnos, para evitar que hagamos las cosas que queremos hacer, tratando de evitar que hagamos nuestras cosas normalmente como debemos hacerlo?" sin que la palabra "guerra" o "Irak" aparecieran una sola vez en su discurso.

Si entendemos la omisión en un discurso como mentira, entonces Blair miente al no mencionar la guerra de Irak como causa de los atentados. Sin duda los atentados son un ataque cobarde sobre civiles inocentes, sin duda buscan infundir el terror, pero, sin duda también, tienen una causa muy clara: la negativa británica a retirar sus tropas de Irak. El no mencionarla en un intento por deshacer la ligazón entre causas y efectos constituye una burda mentira hacia esos pobres inocentes que han de cargar con las muertes y heridas como consecuencia de decisiones que ellos repudiaron como ninguna otra ciudad lo hizo.

Tal como dice Blair en su discurso: "la mayoría de los Musulmanes, aquí y en el resto del mundo, son gente decente y respetuosa de las leyes que aborrecen este acto de terrorismo tanto como nosotros", así como también una gran mayoría de los occidentales también somos gente decente que respeta las leyes y que aborrece lo que los aliados están haciendo en Irak, tanto como los Iraquíes que lo sufren.

Podríamos dedicar infinidad de líneas para condenar estos y cualquier otro acto de violencia. Pero lo que ya no podemos hacer, es seguir tolerando que se nos mienta. Mucho menos cuando esa mentira sirve para convalidar otras que han sido utilizadas para justificar actos de violencia. Al parecer, que se acaben los actos de violencia es mucho pedir, pero si al menos consiguiéramos que se acaben las mentiras sería interesante ver como se haría para justificar, entonces, la violencia.