jueves, marzo 01, 2007

Un volcán en subida... y en bajada.

El clima siempre cambiante de los andes patagónicos es dificil de descifrar, pero puede deparar gratas sorpresas. El té que llevabamos en los termos ya estaba tibio y la nube en que nos habiamos metido se iba tornando rojiza a medida que la luz del sol iba filtrandose a través de ella. Una vista impresionante, pero seguíamos sin saber hacia donde avanzar.

Los interrogantes acerca de que hacer se hacían presentes en la charla, ¿sería ya momento de emprender la retirada? No, porque no habrán parasado mas que unos minutos hasta que el cielo empezó a abrirse y pudimos divisar la cumbre nuevamente. Las nubes empezaban a quedar debajo nuestro, y nuestra ruta de ascenso clara y despejada.

El sol ya nos ilumninaba fuertemente pasados los 3000 metros cuando aun no había salido en la zona de la base que seguía a oscuras. La pendiente se pone agresiva a medida que se va llegando a la precumbre. 3 horas más necesitaron M y D, los primeros, en llegar a la cumbre. Media hora más tardé yo, y otros 10 minutos me separararon de P y G.

Algunas fotos, una recorrida de la cumbre y las vistas que regala, y una siestita para D. Al rato bajamos unos metros donde aprovechamos el reparo del viento para comer un salamin y galletas que habíamos llevado. De ahí, derecho para abajo hasta el refugio. Unos mates, una siesta y mucha alegría por el objetivo cumplido; así transcurrió el rato que pasamos antes de proseguir el descenso hasta la base.

P y G se adelantaron pero los volvimos a cruzar en el refugio BIM; unos metros más atrás nos habíamos cruzado con un grupo de gente que trasladaba a alguien en camilla a quienes ofrecimos nuestra ayuda con M. Tal como acordamos los esperamos en el BIM donde mas brigadistras de parques y militares del refugio también aguardaban. Entre golosinas y mates fuimos sabiendo que el accidentado tenía una pierna fracturada y como había ocurrido.

Tras cambiar al herido de camilla y organizar la logística para la bajada, el grupo fue partiendo con la dirección de S, el guardaparques. P y G decidieron adelantarse al grupo, M, D y yo nos mantuvimos detrás atentos a cualquier cosa con la que pudieramos ayudar. Llegando a un nevero, a pedido de S, me adelante para ver las condiciones de la nieve. Teniamos unos casi 100 metros de nieve dura sobre la que pudimos armar anclajes para bajar la camilla dandole seguro con la cuerda.

El procedimiento no fue tan facil como hubiera esperado: la mayoría de los militares y brigadistas no tenía experiencia en nieve por lo que S trabajaba solo en el armado de los anclajes. M y yo decidimos agarrar nuestras piquetas y dar una mano, mientras un militar que se acercaba a la camilla patinó y por poco se va barrnca abajo. En ese y el siguiente nevero que cruzamos nuestra ayuda en el armado de los anclajes permitió ganar valioso tiempo.

Tras andar una media hora hacia abajo en el acarreo otro grupo de brigadistas esperaba para dar una mano en el transporte final sobre la espina de pescado. M y yo fuimos relevados junto con los militares que emprenderían el descenso para volver al regimiento. Decidimos sumarnos mientras que D se quedo con el resto del grupo.

Los muchachos del ejercito tenían prisa por volver al regimiento por lo que nos llevaron a un fuerte ritmo de marcha, que en poco menos de una hora nos llevo a la entrada del bosque, donde el unimog los (nos) esperaba para trasladarnos a nosotros hasta el centro de informes de parques y a ellos hasta junin. Nos despedimos de ellos y nos fuimos a la casa de los brigadistas a tomar unos mates con la biologa y a esperar a que llegue el resto.

Hacía ya unas horas que el sol se había escondido cuando, pasadas las 11 de la noche, llegó finalmente el grupo que traía al accidentado que fue trasladado en ambulancia hasta junin de los andes. Nos juntamos todos a comer algo y nos ofrecieron alcanzarnos hasta san martín la mañana siguiente, por lo que pudimos ir a descansar con la tranquilidad de tener resuelto nuestro transporte, pero sobre todo, con la gratificación de haber servido a una causa útil.